Caminamos por nuestra ciudad: árboles derrumbados, abatidos por la fuerza de la naturaleza, transitamos por sus calles y un dolor punza en el alma,….sus viejos árboles, los árboles de nuestros abuelos….No hay semáforos y el respeto brota de los ciudadanos, se acabaron las impaciencias y las palabras altisonantes.….El pavimento semidestruido, …hay que manejar con pericia de novato para no caer,….pero la ciudad sigue viva y de pie,…..se multiplicaron los centros de acopio y las familias conversan cómo ayudar.
De repente en la ciudad, todos nos hicimos amigos, nos saludamos con cariño, aún hasta aquellos vecinos que nunca habíamos visto,…nos volvimos solidarios y amables.….Sentimos una fuerza interior diferente, sabemos que no estamos en la prioridad nacional, a pesar de la destrucción, pero también entendemos que nuestra región es fuerte y fuente de muchos recursos, principalmente las personas.….Muchos de los habitantes de la ciudad, llegaron a ella hace algunas décadas para encontrar mejores condiciones de vida,…hoy esa gente, bendice con amor esta tierra bendita, que dio pan y trabajo a sus hijos.
Y aunque no somos la prioridad nacional, nuestras fronteras se ensanchan orgullosas para recibir a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, porque de algo estamos seguros, los habitantes de esta región han demostrado fortaleza, ánimo, entusiasmo,…. hace algunos años, un entrañable locutor de radio acuñó la frase: “Victoria, ciudad limpia, ciudad amble”, y lo decía por la calidez de su gente, noble y sencilla, trabajadora. Nuestras abuelas y tías, se levantan a barrer el frente de sus casas, a regar “las matas” (como dicen aquí a su jardín), ponen el café y hacen el almuerzo con mucho picante….
Por eso hoy al mundo decimos: Estamos aquí, trabajando como todos los días, en esta ciudad de jóvenes, de escuelas, de educación. Hoy más que nunca, nuestra ciudad ha demostrado solidaridad. La lluvia fue un regalo del cielo, el huracán la trajo como mensajero que nos recuerda la necesidad de la unidad, del trabajo en tiempos difíciles.
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